REHABILITACIÓN DE FACHADAS: CONSERVACIÓN DEL PASADO PARA EL FUTURO

Fachadas con historia, emblemáticas o que por normativa no se pueden derruir: su restauración es un hecho que ocurre diariamente en nuestras ciudades.

 

Las fachadas son la cara visible de una vivienda y dependiendo de cómo sea su exterior puede que el interior nos sorprenda. Cuando se trata de edificios en una zona emblemática de la ciudad o dependiendo de la normativa que ésta tenga, siempre hay que hacer lo posible por mantenerla lo más original posible y rehabilitar el interior.

Este es el caso de tres de las promociones que Stoneweg Living tiene, dos de ellas se encuentran ubicadas en Barcelona y la tercera se encuentra en Madrid. Enric Granados y Nicaragua 75 son los proyectos que la gestora está desarrollando en la Ciudad Condal. En el primer caso, se trata de un edificio del Eixample, por lo que la fachada habla por si sola. Después de la rehabilitación se dará lugar a 9 viviendas en una de las calles más codiciadas de la cuidad. En el caso de Nicaragua 75, se va a rehabilitar la antigua fábrica de lámparas de esta misma calle para crear 39 lofts de altos techos y amplios espacios.

En la capital española, en la calle Ferraz 41, se va a rehabilitar la antigua Audiencia Provincial para crear 25 viviendas con los mejores acabados y últimas calidades, desde una piscina comunitaria y un parque infantil, hasta un gimnasio, zonas comunes y parkings. Es un edificio emblemático con mucha historia y ahora se transformará, manteniendo su exterior, pero dando mucha vida en el interior.

La restauración de estos edificios es complicada, pues se tiene que mantener y modificar el mínimo posible de sus fachadas, ya que son icónicas y representan una parte de la historia de la ciudad. Por ello, para poder realizar una rehabilitación de estas magnitudes es muy importante que las constructoras o promotoras sepan como “mimar” estos edificios.

La recomendación de los expertos en este sector es que cada 25 o 30 años se debería realizar una rehabilitación, y más dependiendo del edificio y del estado de la fachada. Hasta la fecha, muchas personas optan por reparar los daños de las paredes con parches y posteriormente pintarla por encima. Pero, con la llegada de las nuevas tecnologías y materiales, hay formas más avanzadas para llevar a cabo este tipo de reformas de mejor categoría para dejarla restaurada de la mejor forma posible.

En la actualidad, se colocan aislamientos térmicos de mayor calidad que mejoran los consumos energéticos de las viviendas, además de que consiguen insonorizar mejor los ruidos de las calles, así también se llegan a crear viviendas más sostenibles.

Cuál es el proceso para hacer una rehabilitación 

El primer paso siempre será hacer una inspección de la fachada para que podamos conseguir un diagnóstico claro por parte de los profesionales. Estos mismos, cuando obtengan el resultado del análisis, nos indicaran cuáles son los pasos a seguir y nos recomendarán cuál es la mejor forma de actuar para conseguir realizar una buena restauración.

Después de saber cómo está realmente la situación, lo siguiente que hay que hacer es solicitar presupuestos a diferentes empresas. Este paso es importante ya que nos darán una idea clara de cuánto dinero habrá que invertir para llevarlo a cabo.

Por último, se procederá a realizar el proyecto y a solicitar todas las licencias necesarias para poder hacer las obras.

Tipos de rehabilitación de fachadas 

Una de las finalidades por las que se decide llevar a cabo una rehabilitación como estas es porque se quiere alargar la vida útil que tienen estas mismas, y por ello hay diferentes tipos de rehabilitaciones que se suelen llevar a cabo.

Hay cuatro sistemas diferentes. El primero de ellos es el sistema de fachada ventilada. Su característica principal es que tienen acabados duraderos y de calidad al mismo tiempo que ofrecen excelentes prestaciones tanto térmicas como acústicas.

El segundo se trata del sistema sate o también conocido como el sistema de aislamiento térmico por el exterior. Este tipo de rehabilitación consiste en colocar planchas de aislamiento térmico en la cara exterior de la propia fachada de manera que se adhieran a la pared.

El sistema enfoscado monocapa consiste en aplicar un mortero predosificado industrialmente. Tienes varios compuestos al que, en el momento de colocar se le añade agua y se extiende por toda la fachada como si de un cemento se tratase. Sus propiedades impermeables y transpirables hacen que haya un buen aislamiento del exterior.

Y, por último, el sistema enfoscado de mortero de cemento, es el más duro y resistente de todos, además del que se trata del revestimiento que más se utiliza en todos los acabados de bajo presupuesto. Aunque tiene muchos aspectos negativos porque no da los acabados de calidad que deberían.

 

 

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