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LOS VECINOS NO SON LO MÍO
Música un pelín alta un lunes por la noche, niños bajando las escaleras para ir al cole en estampida, unas obras que se alargan más de lo deseado….
Te suenan algunos de estos incordios, ¿Verdad? Si has vivido en alguna vez en una comunidad de vecinos, has conocido de primera mano estas pequeñas molestias del día a día. Y es que estamos ante una cuestión de gusto y preferencia, como tantos otros aspectos que nos llevan a escoger una u otra vivienda: ¿Vecinos sí o vecinos no?
Si te identificas con alguna de estas 3 afirmaciones, quizá deberías considerar seriamente invertir en un inmueble donde no tengas que convivir pared con pared con un elevado número de personas.
1. Necesito silencio
El silencio es quizá uno de los bienes intangibles más infravalorados de esta era moderna en la que vivimos. Pensémoslo: desde que abrimos los ojos hasta que nos vamos a dormir, nos pasamos el día bombardeados con información (más o menos relevante), a lo que se suma el ruido del ajetreo de las ciudades. ¿Sabemos disfrutar del silencio? Hay personas que no solo gozan de ello, sino que lo anhelan, les hace falta para su bienestar físico y mental.
En una vivienda de obra nueva como El Turó de la Cisa, en el encantador pueblo de Premià de Mar, podrás regocijarte en la paz y tranquilidad que se respira en la zona, un área residencial en una ubicación privilegiada con vistas al mar.
Pero si quieres un silencio todavía más exclusivo, echa un vistazo a la promoción de viviendas de obra nueva en la cala de Sa Riera, en Begur: Jardins de Sa Riera.
Este proyecto cuenta con numerosas tipologías (de la A-D) y con entre 3 y 4 habitaciones, pensados para albergar a una familia que quiera vivir tocando la arena y respirando la brisa marina.
2. No puede faltarme espacio
Como es de esperar, cuanta menos gente conviva en un mismo edificio, más espacio gana cada persona y menos tiene que calentarse uno la cabeza haciendo Tetris para que todas sus pertenencias estén bien almacenadas, o para poder tener el tipo de zonas comunes que desean. Puede que este no sea un elemento particularmente importante para parejas sin hijos, ¡Pero que se lo pregunten a las familias que tienen uno o varios retoños! Ya sea para que puedan corretear por el jardín, para guardar sus inacabables trastos (hay que ver cómo acumulamos cosas cuando tenemos niños…) o simple y llanamente para que la familia al completo esté más a gusto en casa y cada cual tenga el espacio personal que necesita.
En El Turó de la Cisa esto no es un problema: las viviendas disponibles cuentan con 5 habitaciones, 5 dormitorios, salón-comedor, cocina, sala polivalente (y alguna cosita más), todo ello repartido en tres plantas.
Diferenciadas entre Tipología A y B, presentan las siguientes características:
La A, tiene un espacioso comedor-salón con acceso directo a un amplio jardín (al igual que la cocina, totalmente equipada) en una primera planta flanqueada por dos porches a lado y lado.
En la segunda planta, la habitación de matrimonio puede presumir de tener una terraza espléndida para ver el amanecer, además de disponer de un baño fantástico. En la tipología B, son dos los dormitorios que cuentan con el regalo que es tener terrazacita particular. También en la segunda planta, hay tres habitaciones más, por lo que estamos ante una promoción de obra nueva en Barcelona ideal para familias numerosas.
En Jardins de Sa Riera, tú y los tuyos podréis disfrutar de una casa con un diseño único y con terrazas y jardines de película desde los que vivir plenamente las maravillas de la Costa Brava: un clima espléndido y sosiego, rodeados de una vibrante naturaleza.
3. Me gusta vivir en una localización especial
Desde luego, las grandes ciudades como Madrid o Barcelona, son un imán para muchísimas personas y, por ello, Stoneweg Living también tiene una extensa cartera de residencial para todo tipo de perfiles dentro de lo que podríamos aglomerar como “urbanitas”. Pero, como hemos dicho al principio, esto se trata de las preferencias personales de cada uno y nosotros queremos encargarnos de que la casa que te imaginas en tu cabeza, exista en el mundo real.
No cabe duda de que tanto Premià de Dalt como Sa Riera, son dos enclaves únicos y cautivadores. El primero, un municipio a 25 km de la Ciudad Condal, con unos 10.448 habitantes (2019), tiene el encanto característico de las poblaciones costeras de la zona: un clima inmejorable, una excelente gastronomía y un paisaje pasmoso. A pesar de tratarse de una pequeño municipio, tiene de todo: varias entidades deportivas (de natación, tenis, atletismo, fútbol, náutica…) cuatro o cinco colegios (tanto públicos como privados) junto con guarderías. Además, está próximo a los hospitales de Mataró y Germans Trias i Pujol de Badalona, y está excelentemente comunicado, ya que tiene una estación de Renfe y una línea interurbana de autobuses.
Por su parte, Sa Riera es un núcleo urbano pequeño dentro de la localidad de Begur y también es el nombre que recibe la playa de esa cala, por cierto, su playa más grande. Está a tan solo 2 km de esta población de pescadores en el corazón de la Costa Brava, que en 2019 no llegaba a los 4.000 habitantes y que tiene todos los componentes que hechizan a cualquiera que se pasee por sus calles: un precioso legado patrimonial, comida exquisita y, de nuevo, un clima perfecto.