Cómo funciona la Fianza del Alquiler en 2023

La fianza de alquiler es un aspecto crucial en el proceso de arrendamiento de una propiedad. Tanto para el inquilino como para el propietario, comprender cómo funciona este depósito de garantía puede evitar malentendidos y conflictos futuros. En este artículo, exploraremos en detalle qué es una fianza de alquiler y cómo se maneja en diferentes situaciones.

¿Qué es la fianza en el contrato de arrendamiento?

La fianza de alquiler es un aspecto fundamental en la nueva ley de arrendamientos urbanos. Es un aspecto fundamental tanto para el arrendador como para el inquilino. La fianza, también conocida como depósito de garantía, es una cantidad de dinero que el inquilino debe entregar al arrendador al firmar el contrato de alquiler. Esta tiene como objetivo garantizar el cumplimiento de las obligaciones y responsabilidades establecidas en el contrato de alquiler. Así como brindar seguridad al propietario en caso de daños o incumplimiento del contrato por parte del inquilino. En caso de que el inquilino no cumpla con dichas obligaciones, el arrendador puede retener parte o la totalidad de la fianza para cubrir posibles daños o deudas.

¿Cómo funciona la fianza de alquiler?

En España, los requisitos y la cantidad de la fianza varían según la legislación vigente en cada comunidad autónoma. En general, la cantidad de la fianza corresponde a una mensualidad de renta en contratos de vivienda habitual y dos mensualidades en arrendamientos para uso distinto de vivienda, como locales comerciales o garajes.

Además, es importante tener en cuenta que la fianza debe ser depositada por el arrendador en un organismo designado por la comunidad autónoma correspondiente, como el Instituto Nacional de Consumo o el organismo autonómico de vivienda. Esto asegura la correcta gestión y protección de la fianza durante el periodo de alquiler.

¿Cuándo se devuelve la fianza del alquiler?

Una vez el contrato de alquiler se da por finalizado, la devolución de la fianza es un paso importante para ambas partes. Si no existen deudas o daños causados por el inquilino, el arrendador o propietario tiene la obligación de devolver la fianza en un plazo de 30 días a partir de la fecha de finalización del contrato. Sin embargo, si hay deudas, daños en la vivienda (o local, garaje, etc.), el arrendador puede retener parte o la totalidad de la fianza para cubrir dichos gastos o la reparación de los desperfectos. 

Pasos para solicitar la devolución de la fianza

Revisar el estado del inmueble antes de entrar a vivir: Antes de instalarte, es recomendable realizar un inventario detallado al inicio del contrato y documentar cualquier daño o desperfecto mediante una «ficha de entrada». Además de la lista, es aconsejable hacer fotos de cada desperfecto y adjuntarlas a la lista. Además, comprueba que los electrodomésticos funcionen correctamente, si no, hazlo saber al propietario por escrito. Todo esto ayudará a determinar si existen daños o desperfectos al finalizar el contrato y evitará disputas sobre la devolución de la fianza.

  1. Comunicación con el arrendador: Una vez finalizado el contrato, es importante ponerse en contacto con el arrendador para solicitar la devolución de la fianza. Es recomendable hacerlo por escrito, dejando constancia de la solicitud y proporcionando los datos necesarios para la devolución, como el número de cuenta bancaria.
  2. Plazo de devolución: Si no existen deudas o daños causados por el inquilino, el arrendador está obligado a devolver la fianza en un plazo de 30 días a partir de la fecha de finalización del contrato. Si hay deudas o daños, el arrendador tiene derecho a retener parte o la totalidad de la fianza para cubrir esos gastos.

En el caso que el propietario no comunique dichos desperfectos o pagos pendientes y transcurrieran los 30 días de plazo sin recibir la devolución, el inquilino puede tomar acciones legales para reclamarla.

Consejos para proteger tu fianza durante el alquiler

  • Mantén el inmueble en buen estado: Cuida y mantén la vivienda en condiciones óptimas durante el periodo de alquiler. Realiza reparaciones menores por tu cuenta y notifica al arrendador sobre cualquier problema mayor que requiera su intervención.
  • Cumple con las obligaciones contractuales: Paga la renta puntualmente y cumple con todas las obligaciones establecidas en el contrato de alquiler, como el mantenimiento de los suministros y el respeto de las normas de convivencia.
  • Conserva la documentación: Guarda toda la documentación relacionada con el contrato de alquiler, los pagos realizados y cualquier comunicación escrita con el arrendador. Esto te servirá como respaldo en caso de disputas o reclamaciones relacionadas con la fianza.

¿Qué sucede en caso de disputas?

En caso de disputas sobre el uso o la devolución de la fianza de alquiler, es recomendable que las partes intenten llegar a un acuerdo amistoso. Si no se puede resolver la disputa de manera informal, existen mecanismos legales disponibles para proteger los derechos tanto del propietario como del inquilino. Estos pueden incluir la mediación, el arbitraje o incluso recurrir a un tribunal de justicia.

Contar con asesoramiento profesional

La fianza de alquiler es un mecanismo que proporciona seguridad tanto al propietario como al inquilino durante un contrato de arrendamiento. Entender cómo funciona y su regulación previene conflictos y garantiza un proceso de arrendamiento más tranquilo, seguro, fluido y fácil. 

Es importante recordar que las leyes y regulaciones pueden variar ligeramente entre las distintas comunidades autónomas en España. Por lo que es recomendable consultar la legislación específica de tu comunidad para obtener información actualizada y precisa sobre la fianza de alquiler.

Ponerse en manos de profesionales para gestionar tanto la fianza de alquiler como otros trámites relacionados con el arrendamiento, nos permite seguir los procedimientos adecuados, y ello protege los intereses tanto del inquilino como del propietario. 

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