5 Claves para gestionar la Economía Doméstica o familiar


La economía doméstica o economía familiar nos da las claves para entender cómo las familias gestionan los recursos en sus hogares por medio del control de los gastos y los ahorros. En muchos casos, puede que la falta de educación financiera o de conocimientos en materia económica nos impida tomar buenas decisiones. Sin embargo, hacer una buena gestión de la economía doméstica es más sencillo de lo que parece.

Un aspecto importante a tener en cuenta son las fuentes de ingresos, que generalmente provienen del trabajo de los miembros de la familia y deben darse de forma regular para garantizar el bienestar financiero. Además, saber cómo priorizar los gastos y cómo ahorrar dinero cada mes, es clave para una buena salud financiera en familia.

En este artículo profundizamos en las claves para entender la economía doméstica y la gestión de la misma.

¿Qué es la economía doméstica?

La economía doméstica se refiere a la administración de los ingresos y los gastos de una familia. Es decir, el regular, controlar, proveer y satisfacer a los miembros de una familia de los recursos suficientes para tener una buena calidad de vida.

Del mismo modo, la gestión de la economía doméstica permite satisfacer las necesidades básicas, atender aspectos fundamentales del desarrollo de todos los miembros de la familia y tener la posibilidad de ahorrar para cumplir objetivos a futuro.

A medida que el número de miembros de una familia aumenta, realizar un control eficaz de gastos e ingresos permite planificar planes futuros como viajar, comprar una vivienda, tener hijos, planificar la jubilación, etc. Es aquí donde, de entrada, los ingresos de los que partimos son esenciales.

¿Cómo gestionar la economía familiar de forma eficaz?

La planificación de la economía doméstica o familiar no difiere mucho de la de una empresa. En ambas se tiene el mismo objetivo: gestionar eficazmente los ingresos para cubrir los gastos derivados de las necesidades y las actividades diarias.

En este sentido, al momento de planificar la economía familiar, el primer paso es elaborar un presupuesto en el que se reflejen todos los gastos. Es importante diferenciar entre gastos fijos y variables, saber cuáles son imprescindibles y prescindibles, cuáles aportan bienestar y cuáles son superfluos. Además, es clave dejar un margen para los gastos imprevistos que puedan surgir.

Por ejemplo, al momento de llevar a cabo algo tan cotidiano como hacer la compra, se podría planificar con el objetivo de tener una correcta administración de los recursos:

  1. Capital. Tener en cuenta la cantidad de dinero disponible necesario para llenar la cesta de la compra. ¿Cuál es el máximo y el mínimo de dinero que podemos gastar en esta compra?
  2. Lista de la compra. Hacer una lista permite planificar los gastos fijos e imprescindibles, así como organizar las comidas de la semana.
  3. Investigación. Se trata de tener una estrategia para controlar los gastos. Es decir, buscar los supermercados donde comprar al mejor precio o aprovechar las ofertas y descuentos de diferentes lugares.

5 claves para gestionar la economía del hogar

Controlar la economía doméstica o familiar es más sencillo de lo que piensas. Conoce las claves para hacerlo de forma eficaz:

  1. Elabora un presupuesto. Tener un presupuesto sirve como guía para tomar las mejores decisiones de compra. Además, permite conocer la forma en que están distribuidos los gastos y en qué se gasta más el dinero.
  2. Valorar la capacidad de tener ahorros. Tener dinero ahorrado siempre será una ventaja y un respiro a la hora de hacer frente a eventos inesperados. En este sentido, no es necesario tener grandes cantidades de dinero para ahorrar. Lo importante es convertir el ahorro en un hábito y una práctica que sea parte de la rutina.
  3. Elimina gastos innecesarios. Aprender a tomar decisiones para alcanzar los objetivos de la familia se puede convertir en un verdadero desafío, pero si lo haces, te estarás moviendo en la dirección correcta. Antes de tener un gasto innecesario, pregúntate si le estás quitando recursos a algo importante y de esta manera, empezarás a tomar decisiones pensando en el futuro. Es importante tener en cuenta que la economía doméstica requiere de un control estricto y de disciplina.
  4. Ponte metas a largo plazo. Las familias que tienen objetivos comunes funcionan como un equipo. ¿Ir de viaje? ¿Conocer una nueva ciudad en verano? ¿Comprar una casa más grande? Descubre qué le gustaría hacer a tu familia a corto y largo plazo para que exista una motivación extra que favorezca el ahorro.
  5. Mantente informado y repasa conceptos que desconoces. La educación financiera nos permite conocer mejor nuestra situación económica y gestionar la economía familiar de forma más sana. En este sentido, saber conceptos básicos como la planificación de los ingresos, los gastos, el ahorro, la inversión y el endeudamiento es de gran utilidad para que todos los miembros de la familia sean más autónomos e independientes.

Conclusiones

La gestión adecuada de la economía doméstica es una herramienta fantástica de cara a la toma de decisiones. Por esta razón, tener unas nociones básicas de economía puede ayudarnos a administrarnos mejor, a mejorar nuestras finanzas familiares y a lograr metas en familia.

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